Si tienes la suerte de conservar
a tu padre, valóralo
Es el hombre que cuido de ti
cuando eras un ser indefenso
Que se sacrificó más de una vez
para que crezcas sano,
Fuerte y alegre; sobre todo
respétalo jamás lo califiques
Ni lo juzgues esa potestad le
corresponde a Dios.
Háblale con franqueza, nadie
mejor que él para entenderte
Cuéntale tus cosas con más
confianza que al mejor de tus amigos
Ten la seguridad que encontraras
en él, al confidente ideal
Y cómo no? si eres su pequeño
frente al mundo.
Por la diferencia de años es
normal
Que tengan distintas maneras de
ver la vida
Y que algunas veces no se pongan
de acuerdo
Pero no te preocupes eso es bueno
para ambos.
Conversa con él cada vez que te
sea posible
Esa dicha no la vas a tener siempre,
pregúntale!
Tú qué harías? Lo vas a llenar de
gozo, le va a ser
Mucho bien sentirse útil, saber
que lo tomas en cuenta
Que crees y confías en él como
cuando eras niño.
Escúchalo aunque sus consejos no
lleguen a resolver
Tus problemas, te serán
provechosos, te marcaran pautas
Y ayudaran a concebir nuevas
ideas; hallaras en sus palabras
La experiencia de un ser humano
que alguna vez fue como tú,
Tuvo tu edad y trajino por el
mismo camino.
Si tienes a tu padre presente,
quiérelo!
No olvides que detrás de su
sonrisa se esconde la nostalgia
De un hombre al que le quedo
corto el tiempo
Pero ahora que como es natural
disfruta viendo en ti
La continuación de su propia
vida; por eso cada vez
Que puedas visítalo! tu sola
presencia será suficiente
Para poder alegrarlo porque nada
hay más reconfortante
Y hermoso para un padre que la
gratitud de un hijo.
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