SU MAJESTAD EL ALCOHOL



¿Me conoces?
Soy el príncipe de todas las alegrías, el compañero de todos los goces humanos y mundanos; el mensajero de la muerte, el rey que gobierna el mundo, un mundo muy mío, en cuyo reinado soy el amo.
Estoy presente en todas partes, en todas las ceremonias; ninguna reunión es tal sin mi presencia. Fabrico adulterios, hago nacer en los corazones pensamientos negros y criminales; a jóvenes y adultos los hago inmorales y los contemplo satisfecho: soy el padre de la corrupción, de la desgracia.
Enveneno la raza y la sangre, mancho los hogares; traigo el envilecimiento y la depravación, la locura, el crimen, el suicidio; yo acabo con la familia.
Ocasiono conflictos en todos los Países, y entre todos los hombres: crímenes y desgracias.
En los hogares hago nacer niños raquíticos y retardados; yo soy causante de las enfermedades más dolorosas e incurables. Aspiro a ver al mundo en un hospital, en un manicomio, en presidios, porque yo nazco en todas partes, mi patria es la Tierra, mis esclavos: los hombres y mujeres.
Mi casa: el Infierno ¡Yo soy el Rey!
Su majestad, El alcohol.












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